Mi nombre es Pepper y fui abandonado dentro de una bolsa de basura amarrada.  Fui encontrado un 21 de Octubre del 2016 luchando para sobrevivir.  Al ver la bolsa en movimiento y abrir la misma me encontraron allá dentro asustado y maltratado.

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Fui trasladado a la clínica Umpierre de Río Hondo donde la Dra. Rohenna estaba encargada de mi caso. Estaba lleno de nudos, garrapatas, pulgas, hormigas y de mi piel salía pus. Tenía problemas respiratorios, pues tenía algo negro en la nariz que me impedía respirar. Me encontraba sumamente débil.  Mi temperatura corporal estaba baja por lo que debían ponerme pads calientes. Al recortarme se dieron cuenta que tenía golpes,lo que indicaban que podía haber sido atropellado o que las personas que me abandonaron me maltrataron.  Mi cuerpo estaba adolorido por tanto maltrato, estaba en shock y permanecía sin moverme. 

 

Al pasar los días, los tratamientos y las dosis de amor permitieron que mi temperatura regresara a tu normalidad.  Me sacaron de la incubadora y fueron a visitarme del equipo de rescatistas.  Llevaron algo que colocaron debajo de mi cuerpo y otra cosita que colocaron bajo mi cabeza.  No entendía que sucedía pero me sentí más relajado y cálido.  Luego aprendí que habían llevado un colchón para que pudiera dormir más cómodo y un peluche para que me hiciera compañía. Aunque tenía parálisis en mis cuatro patitas, poco a poco fui mostrando señales de mejoría.  Me encantaban los peluches que me dejaban.  Inclusive intentaba de hacer el mayor esfuerzo posible para posar con mi cabeza en alto.

 

Luego de varios días fui trasladado a CEVET, donde un especialista, para ser evaluado de mis lesiones.  Aquí descubrieron que tenía lesiones en mi cordón espinal cerca de mi cuello.  Esto hacía mi caso más urgente ya que esto podía causar problemas con mi cerebro.  Se realizó un mielograma para identificar algún lugar de compresión de mi cordón espinal, cultivo de líquido cerebro espinal, radiografías, mis pupilas estaban más pequeñas de lo usual por lo que entendían que había un daño en mi cerebro.

 

Estuve bajo muchos cuidados y amor de aquellas personas que me sacaron de aquel horrible lugar.  Me recetaron terapias físicas y terapias con láser.  Al ser dado de alta fui a un lugar que le decían “Foster”. Allí había una chica que le llamaban Gabriela Hernández y un chico que le llamaban Ezequiel García.  Gabriela fue el humano que estuvo en el primer lugar dónde me colocaban en una incubadora para darme calor.  Recuerdo cuando ella me cantaba y me daba mimos para que saliera adelante

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Luego de mucho esfuerzo, tratamientos y cuidados de aquellas dos personas que dieron el máximo por mí, ya podía apoyarme solito.  Recuerdo que un día me llevaron a un hermoso lugar.  Allí, en ese lugar donde existe la mejor vitamina del mundo, “vitamin sea”. Llego un tiempo dónde habían luces por todas partes.  Colores rojos, verdes y blancos brillaban en todos lugares, o al menos eso decían.  Unas campanas y un ritmo festivo sonaban en casi todas las canciones.  Ya era diciembre.  Podía sentarme y posar en hermosas fotos para que los seguidores pudieran ver el gran milagro de vida del que fueron parte.

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Llegó un nuevo año y recibí una hermosa noticia.  Aquellas personas que cuidaron de mí, que abrieron las puertas de su hogar y su corazón para que yo pudiera vivir, decidieron adoptarme.  Las personas muy emocionadas decían que era un “Foster Fail”, mientras que yo descubría que había encontrado mi hogar para siempre. Ahora ella no sería Gabriela, si no que sería mi mami. Él no sería Ezequiel, sería mi papá.  Una de las ventajas que tengo con mi mami es que ella es técnica de veterinaria por lo que ahora no sólo compartimos un hogar también voy con ella a su trabajo, en ocasiones.  Ahora vivo felizmente adoptado y mimado con mi terrible pasado fuera de mi vida para siempre. 

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Pepper